Smartwatch o Slave Watch

Foto creada por I. Antoine Suárez V.

Reloj inteligente… ¿un complemento realmente funcional al móvil?


Hace poco (o quizá ya bastante tiempo) hablé sobre el Amazon Kindle. Es un dispositivo que dudé mucho en comprar, porque al final de cuentas ya tenía la app en el móvil y podía leer en el monitor del ordenador. El único motivo real para adquirirlo era que el daño a la vista es casi nulo en comparación con leer en un móvil, tableta, monitor o cualquier pantalla que desprende luz. Hoy en día puedo decir que, si se rompe mi móvil y mi Kindle, prefiero comprar primero una Kindle antes que un móvil.


Esa experiencia me llevó a darle una oportunidad a los Smartwatch y, por azares del destino, pude usar un Xiaomi Redmi Smartwatch 5 Active. Sé que es un dispositivo económico, pero según reseñas supera por mucho a los modelos “básicos”. Busqué en muchos sitios y hay cientos de equipos mucho más simples por un precio similar. Así que, costando solo una quinta parte de lo que vale mi móvil, se me hizo buena opción. Y considerando que el siguiente salto tecnológico son equipos que cuestan tres cuartos del precio de mi teléfono —o incluso más—, creo que está perfecto.


No suelo comprar gadgets, pero la Kindle me dejó un muy buen sabor de boca; tal vez tenía el listón muy alto, pero tampoco es que tuviera expectativas fijas.


El Xiaomi Redmi Smartwatch 5 Active es un equipo que supera lo básico por poco. Puedes hacer y recibir llamadas, leer notificaciones, cambiar la canción, además de lo típico de las pulseras inteligentes: ritmo cardíaco, oxigenación, calorías, pasos… En realidad no puedo compararlo con una pulsera inteligente porque nunca he usado una, pero por lo que me han dicho, esto es básicamente “una pulsera con vitaminas”. Vi que la versión NO Active tiene almacenamiento para música, lo cual podría ser interesante si, como yo, a veces quieres estar sin el móvil encima.


Quiero poner contexto: tuve un Casio de los 90 con calculadora. Así que mi listón de “reloj inteligente” ya tiene cierta exigencia: alarmas, doble horario, cronómetro, temporizador, y el registro típico de un reloj digital. No es que el Casio fuese poderoso, pero es lo mínimo que ya esperas en cualquier reloj digital. Y el Xiaomi… bueno, tiene una opción para agregar horas mundiales, pero no permite establecer cambio de zona; por ejemplo, usar UTC-0, que utilizamos mucho en servidores para partidas online. Una función tan básica, presente en la mayoría de relojes digitales, no está en uno “inteligente”.


Funciones “inteligentes”

Dejemos de lado las funciones heredadas de las pulseras deportivas. Hablemos de lo que un reloj básico ya ofrecía hace décadas. Calculadora, grabadora de audio (aunque fueran clips cortos), agenda, diccionario, conversión de divisas… ¿Qué de todo esto ofrece el Xiaomi Redmi?


Nada.


¿Qué sí puede hacer?

Sin el móvil: cambiar las esferas y usar un temporizador estilo Pomodoro (que puedes hacer con cualquier reloj digital usando temporizadores). Realmente no tiene funciones extras que puedas aprovechar sin un móvil conectado por Bluetooth y cerca de él.


Con el móvil sincronizado: recibir notificaciones, adelantar/retroceder canciones (no seleccionar, no cambiar playlist), subir o bajar volumen, crear listas desde la app del móvil y leerlas en el reloj, contestar llamadas usando el micrófono. Y prácticamente eso es todo lo “inteligente” que tiene.


Funciones de monitoreo

Estas funciones son herencia directa de las pulseras inteligentes. Veámoslas con calma:


  • Calorías: incluso los dispositivos avanzados fallan entre un 20 y 30%. Este reloj es mediocre. No puedes confiar en esa medición.
  • Pasos: me contaba pasos mientras jugaba Dota 2 o mientras tendía la cama.
  • Sueño: si te quedas cinco minutos en Instagram, ya considera que tomaste una siesta.
  • Oxigenación y ritmo cardíaco: si sudas, no te va a leer bien o te va a dar datos extraños. Si quieres medir mientras corres o haces bici, olvídalo.
  • Estrés: nunca entendí cómo lo calcula, pero siempre aparecía al límite aun mientras comía, leía o dormía.
  • Temperatura, presión arterial, glucosa: simplemente no tiene nada de esto.
  • Entrenamientos: tiene muchísimos modos, pero las métricas son las mismas pongas “libre”, “gimnasio” o “buceo”. Únicamente sirve para registrar que hiciste actividad. Eso sí: muchas veces deja de detectar signos vitales por el sudor y se queda atascado en alguna medición.

Entonces… ¿es un Smartwatch?

No todo es tan malo, pero hay que decirlo claro: no son Smartwatch. Deberían llamarse Slave Watch (Reloj Esclavo). ¿Esclavo? Sí: del móvil. Sin él, prácticamente no sirven para nada. Y los que sí tienen funciones autónomas (SIM, cámara, almacenamiento, WiFi), en realidad son mini móviles… pero por ese precio mejor compras un móvil o una tableta.


¿Lo recomendaría?

La verdad: no. Solo —y solo— si quieres un juguete bonito para adultos. Porque seamos honestos: eso es. Un juguete con el que los adultos juegan. Pero antes que comprar un Smartwatch, una lectora de libros electrónicos te dará más provecho; una cámara de acción te dará mejor experiencia; una salida al cine te dejará más recuerdos.


No digo que no los compren, pero hay que entender lo que son: juguetes.

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Pórtate mal, cuídate bien, niégalo todo y finge demencia…

Nos leemos hasta la próxima. Chao.

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